Crimen y lujuria...incompleta

¿Qué se puede hacer si las distribuidoras no respetan el derecho del espectador de ver una película en su totalidad en pantalla grande? Cuando se estreno Crimen y lujuria (Lust, caution) del genial Ang Lee no pude evitar la emoción al ir al cine, y al verla salí complacido al ver posiblemente una de las propuestas más interesantes del año. Pero, a través de Cinencuentro, me entero que la película no ha llegado completa. Así es: parece que aproximadamente 20 minutos del metraje original han sido cortados en nuestra capital, para que así las grandes cadenas de cine puedan acomodar más horarios y recaudar más con más entradas.

¿Qué se puede hacer? Las cartas enviadas nunca son respondidas (y si lo son, no nos brindan ningún tipo de solución), así que he decidido simplemente pasar la noticia para que así más gente sepa de esto (mucha gente sale del cine sin saberlo). No es la primera vez que sucede esto en la capital y es bastante lamentable. En Páginas del diario de Satán dicen: "La versión original de la película dura 157 minutos y con ese metraje se vio en el Festival de Cine de Lima y en la función de prensa. El Pacífico exhibe una versión de cerca de 2 horas y 15 minutos, cortada a la mala en 20 minutos."

Un lector de Cinencuentro se comunicó con la distribuidora Delta Films, y ellos negaron algún recorte en el metraje de la película. ¡Que tal raza! Dentro de las secuencias cortadas (para aquellos que hallan visto la película, para que cotejen y vean que en realidad han sido cortadas) tenemos:

1. Toda la secuencia de la actuación de la protagonista, antes de ser captada por los jóvenes patriotas conspiradores.
2. La secuencia posterior al momento en que a la protagonista le ordenan que seduzca al funcionario, hay un corte y luego un plano cenital en que a ella se le ve desnuda y se aproxima a una ventana.
3. Un momento durante el primer encuentro -no erótico- entre la chica y el funcionario.

Esperemos que Delta Films dé algún tipo de aclaración al respecto porque en verdad esto afecta a los cinéfilos ya que no sólo NO se estrenan películas importantes en nuestra capital, sino que las que se estrenan vienen cortadas. ¿No les basta con la pobre cartelera que de por sí ya tenemos? Una pena...