Una de las películas más emotivas del año, y ciertamente la que posee la mejor performance femenina del 2008 (al menos hasta el momento). La Vie en Rose llegó a nuestra cartelera para traer frescura europea, relatando la vida de la extraordinaria Edith Piaf. Y fue Marion Cotillard la que nos brindó la mejor escena de la película, y ciertamente la más emotiva. Se trata de la escena final, y un resumen de su vida y su manera de vivirla en una canción: Non, Je Ne Regrette Rien. Deliciosa escena para una película que me impactó de principio a fin por su emotividad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario