jueves, 7 de febrero de 2008

Scorsese inauguró la Berlinale con una disección de los Rolling Stones

La deserción de dos miembros destacados de su jurado en el último momento, la directora Susanne Bier y la actriz Sandrine Bonnaire, no logró quitarle la sonrisa de satisfacción al director de la Berlinale, Dieter Kosslick, quien este jueves ejerció como "telonero" de sus "satánicas majestades" los Rolling Stones, en la apertura del primer gran certamen clase "A" del calendario internacional. Obviamente contar con los idolatrados e incombustibles astros de la música rock es un excelente gancho publicitario para un festival como este con notables competencias, pero además su película "Shine A Light", un documental musical entre apologético e irónico, llegó respaldada nada menos que por una primera figura de la realización, Martin Scorsese, no precisamente recién llegado al género, aunque le conozcamos mucho más por sus poderosos y violentos dramas de ficción.

No es corriente que sea un documental basado como este básicamente en actuaciones musicales -muy abobado por escenas de ambiente, entrevistas, imágenes de archivo cargadas de intenciones...- el encargado de abrir un evento cinematográfico como el Festival Internacional de Cine de Berlín, pero contar con el cineasta italoamericano y de propina nada menos que con Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts, o sea los Rollings, pateando la alfombra roja del Berlinale Palast, era una oportunidad que Kosslick no podía desperdiciar.

"Shine A Light", aunque no haya ficción, vuelve a mostrarnos la habilidad de "rodador" y montador de Scorsese, que usó 16 cámaras para no perderse detalle de dos conciertos que los Rolling Stones protagonizaron en el otoño del pasado 2006 en el Beacon Theatre neoyorquino, no precisamente dotado de gran aforo (menos de 3.000 personas). El realizador de "Infiltrados" o "Uno de los nuestros" explora física y psicológicamente a estos viejos rockeros para el deleite del espectador, con "artistas invitados" como Christina Aguilera y el ex presidente Bill Clinton.

Sus "satánicas majestades" no serán las únicas estrellas de la música en comparecer este año por la Potsdamer Platz, ya que la mismísima Madonna es esperada para estrenar su primera realización (poco nuevo le queda ya por hacer a la polifacética, amada y vilipendiada ex "material girl"), un casi mediometraje de 40 min llamado "Filth and Wisdom".

Por lo demás la Berlinale ha comenzado con el inesperado problema de perder a dos de sus miembros del jurado. La actriz y directora francesa Sandrine Bonnaire no puede quedarse todo el certamen "por cuestiones personales y familiares" y ha renunciado, aunque va a intentar acudir a su cita con los alumnos en Talent Campus, y la realizadora nórdica Susanne Bier ha tenido que cambiar su pasaje a Berlin por otro en dirección a Estados Unidos, oficialmente porque se le ha torcido la postproducción de su última cinta y se requiere allá su presencia.

Tras este rítmica inauguración fuera de concurso, la competencia se abre este viernes con la esperada "Pozos de ambición" (There Will Be Blood), de Paul Thomas Anderson, y la china "Zuo You", de Wang Xiaoshua.



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